Sin duda, el barrio de La Lonja -situado en el casco antiguo de Palma- es uno de los hervideros de vida nocturna de la capital mallorquina. Un bonito y vivo laberinto de callejuelas plagado de cafés, restaurantes, bares de copas, galerías de arte y tiendas de todo tipo. Todas estas propuestas os permitirán aprovechar a tope sus muchas y buenas oportunidades de ocio.

Visitar La Lonja

El barrio de La Lonja se sitúa en torno al majestuoso edificio de La Lonja (Sa Llotja en mallorquín), una de las obras maestras del gótico de la isla construida entre 1420 y 1453 por el arquitecto local Guillem Sagrera, casi a la altura del imponente Castillo de Bellver o la Catedral. Su interior ha sido comparado con un bosque y en su momento fue el Colegio de Mercaderes, albergando en la actualidad diversas exposiciones de arte contemporáneo.

La Lonja, barrio de la lonja

Comer y cenar

Si por algo destaca el barrio de La Lonja es por su variada y nutrida oferta gastronómica. El gran clásico del barrio, con más de 20 años de historia, es el Forn de Sant Joan (Sant Joan, 4). Precisa reservar con mucha antelación y ofrece exquisita comida mediterránea. Otro veterano con buena materia prima es La Paloma (Apuntadores, 16). El Viejo Vagón (Lonja, 6) es heredero de otro clásico, Orient Express, y mantiene su estética entre vagón y estación de la era romántica del tren. También se puede encontrar comida italiana de alto standing en Ritzi Palma (Sant Joan, 6).

comer, barrio de la lonja

Cervezas, vinos y tapas

La profusión de bares en el barrio de La Lonja es casi mareante. Hay mucho cañeo & tapeo en los bares de los alrededores de la Plaza Drassana y la calle Apuntadores, arteria principal del ocio. Si se prefiere el vino, la opción ideal es Wineing (Apuntadores, 24); mediante una tarjeta con chip se puede servir uno mismo los vinos deseados y pagar al final. Para tapeo extremo, el de Chez Camille (Calle del Mar, 18), uno de los sitios de moda del barrio que destaca por su combinación de ostras y champán. Incluso encontramos un bar especializado en tapas y platos sencillos sin gluten: el St. Lorenzo, situado en Sant Llorenç, 22.

tomar un vino, barrio de la lonja

Copas y cócteles

Tampoco faltan locales donde consumir todo tipo de bebidas espirituosas. Merece la pena dejarse caer al menos una vez por el casi mítico y extremadamente kitsch Abaco (St. Joan, 1), famoso por su ambientación con música clásica -a un volumen brutal, eso sí- o sus otras composiciones y arreglos de frutas y flores. En Opio (Montenegro, 12) se puede además cenar algo amenizado por sus DJ’s. También hay comida -y afamados cócteles- en Neo Cultural (Botería, 8). Y entre los bares de copas destaca el espléndido club de housetechno y demás ritmos dance El Barbero (Jaime Ferrer, 3).

Abaco (Palma de Mallorca),barrio de la lonja

Música en directo

Aunque el histórico Bluesville tuvo que cerrar sus puertas en 2014, el corazón del barrio acoge -desde 2006- el Jazz Voyeur Club (Apuntadores, 5). Un referente de ese género en Baleares -gestionado por los responsables del prestigioso festival internacional de idéntico nombre- que alberga conciertos todas las noches de martes a sábado.

música en directo, barrio de la lonja

Compras

Las tiendas invaden también las calles del barrio de la Lonja. En sus límites se encuentra un enorme espacio de estilo de vida, Rialto Living (Sant Feliu, 3), donde se codean ropa y complementos con telas, perfumes, muebles coloniales y hasta libros. Mención aparte merece también la ropa ibicenca y boho-chic de la preciosa Tree of Life (Sant Joan, 3).

Ir de compras, barrio de la Lonja

Galerías de arte

Para bolsillos más abultados y corazones artísticos dos propuestas situadas en locales pintorescos. Una encantadora fachada rojiza en plena Plaza de la Drassana acoge la galería Horrach Moya y el oratorio de Sant Feliu (Sant Feliu s/n), construido tras la conquista de Jaume I en el siglo XIII, alberga en su interior la galería Kewenig.

galerías de arte, barrio de la Lonja

El barrio de la Lonja es uno de los más bonitos y alegres de Palma, así que es perfecto para perderse en él si vienes a pasar 1 día en Palma, tanto a lo largo del día como al caer la noche. Fusión de tradición y modernidad, en sus edificios se mezclan lo gótico, lo renacentista o lo modernista; igual que en sus calles se codean los palmesanos con todo tipo de visitantes.

Musica, galería, restaurantes, ocio