Su ubicación, en pleno Mediterráneo, la convierten en un oasis culinario. Esta isla que recoge toda la esencia del mar también transmite auténtica pasión por la tierra y por el campo. De orígenes humildes y con claras reminiscencias del pasado, la gastronomía de Menorca es una efervescente y sabrosa combinación de una cocina marinera que se fusiona con las tradiciones ancestrales de los payeses. De su carácter insular se deriva que sus recetas se hayan transmitido de forma oral de generación en generación, integrando con éxito la herencia de diferentes culturas que han dejado su legado durante siglos.
Sería pecado comenzar esta ruta gastronómica sin hacer referencia a algo que no es un plato en sí pero que enriquece y eleva a la categoría de delicatessen a algunas otras viandas: la mahonesa. Originaria de Mahón, la más sencilla versión de esta salsa es la que únicamente lleva huevo y aceite de oliva. Así pues, ofrecido el ‘entrante’ de este sabroso menú, vamos a continuar con los platos imprescindibles de la gastronomía de Menorca.
Caldereta de langosta
Rendimos pleitesía y nos arrodillamos ante el ingrediente fundamental con el que se cocina el que quizá sea el plato menorquín más típico, la langosta, que junto con un buen sofrito de verduras y pan tostado se convierte en un imprescindible del recetario insular: la caldereta. Recomendamos viajar hasta Fornells para degustar esta receta en alguno de sus exquisitos restaurantes como Es Cranc, o bien llegar hasta Ciudadela. Y es que si viajas a Menorca y no pruebas este plato tu viaje no habrá sido completo.
Oliaigua
No abandonamos la cuchara y continuamos esta degustación con esta suculenta sopa de Menorca que cocinaban los payeses en épocas de escasez. Aunque era la base de sus desayunos, este caldo hecho a base de agua, aceite y hierbas aromáticas recogidas directamente del campo ha ido enriqueciéndose y ganando sabor gracias a la suma de hortalizas que son servidas sobre un fondo de pan moreno tostado. En verano se acompaña de higos, uvas o melón, en primavera de espárragos y en invierno de huevo, y es posible pedirla durante todo el año al no servirse del todo caliente.
Guiso de perdiz con col
¿Algún amante de la caza en la sala? ¡Bingo! Porque en tu comanda no podrá faltar esta receta tradicional que consiste en rellenar la perdiz con panceta, sobrasada y butifarra negra para conquistar el paladar que todo aquel que la solicite (preferiblemente en los meses fríos del año).
Perol menorquín
Recomendado para vegetarianos en su versión más simple, el perol es una riquísima mezcla de patatas y tomates laminados cubiertos de pan rallado, ajo y perejil. Se podría decir que es una especie de lasaña menorquina que se sirve gratinada y que tiene infinidad de versiones, algunas de ellas un tanto carnívoras, ya que se le puede sumar cerdo, calamares, raya o sepia.
Destacamos también en este apartado la berenjena rellena a la menorquina por utilizar ingredientes bastante similares a los del perol, siendo un básico del verano insular al ser por estas fechas cuando pueden conseguirse berenjenas tiernas cultivadas en la propia isla, dando como resultado otro manjar de la gastronomía de Menorca.
Raya al horno y Pierna de cordero
Una de cal y otra de arena; es decir, una de mar y otra de montaña para coronar el menú con uno de los pescados más apreciados de todo Menorca y con una de las carnes más afamadas. La raya al horno suele ir acompañada de patatas y verduras guisadas que muchas veces están tan jugosas como el propio pescado. Por su parte es el cordero uno de los manjares de la gastronomía de Menorca. Venerado hasta en sus fiestas populares, no puedes dejar de probar algún asado que incluya carne de lechal 100% autóctona que se servirá adobada con manteca, sobrasada, sal y pimienta molida.
Arroz de la tierra
Y en todo menú degustación mediterráneo que se precie no podría faltar un buen arroz. Es este uno de los platos más antiguos de la isla (de origen musulmán – de ahí que también sea conocido con el nombre de ‘arroz moro’-), y su principal curiosidad es que está elaborado con trigo en lugar de arroz. También se le pueden añadir embutidos, principalmente cerdo, que le aportan una consistencia un tanto grasa y contundente al plato.
Postres y dulces…
…Que a nadie le amargan y que sorprenden por su enorme variedad para el tamaño de la isla para rematar esta degustación. Restaurantes y pastelerías ofrecen al comensal pastissets, amargos (dulces de almendra), crespells (pastas circulares), cuscussós (un dulce navideño similar al mazapán), greixeras de patata (bizcocho de patata y harina de almendra), pudin de requesón y miel, cocas… aunque si te gusta más lo salado, al finalizar tu almuerzo no podrá faltar un buen trozo de Queso de Mahón, buque insignia de la gastronomía de Menorca y patrimonio de la isla.
Lo que es indiscutible es que todos estos platos se obtienen gracias a la tierra, al campo, al mar… y a los mercados, por eso no podían faltar los mejores mercadillos de las Islas Baleares donde poder encontrar todos los ingredientes con los que preparar los platos con los que acabas de salivar. ¿Aceptas el reto y nos ponemos manos en la masa?
